miércoles, 30 de marzo de 2011

El comienzo

El comienzo de esta historia viene de mucho tiempo atrás, cuando en mis años de Universidad decía que me gustaría irme un año lejos de España (concretamente a "Yankilandia" porque me parecía muy peculiar su forma de vivir y entender el mundo) Quería salir de mi entorno para aprender cómo se viven en otros lados, que a simple vista no a de ser muy distinto a como vivo yo mi día a día o pienso... pero luego empiezas a apreciar ciertos matices culturales que te dan la clave para entender ciertos "por qués"

El rum-rum de marcharme creció con los años y con ciertas desventuras personales, muchas de las cuales tenían que ver con mi propio yo interior. Tras una "serie de catastróficas desdichas" la idea surgió de nuevo y con más posibilidades de hacerse realidad que nunca. Durante unas vacaciones mirando al mar, lo decidí. Me reafirmé en la postura de "ahora o nunca" y aquí estoy yo, con mis 27 años viviendo la experiencia. 

Hoy alguien que no me conoce una mierda me dijo que estaba loca y me dio un sermón por msn... ¿qué hice yo? pues pasarme los comentarios por el "arco del triunfo". Si consigo mi objetivo, bien por mi; si no consigo mi objetivo, también será un bien para mi porque habré aprendido de todo ello. En mi aventura no hay posibilidad de perder, todo es un beneficio: experiencia, conocimiento, búsqueda interior... no hay posibilidad de error. Y como todos y todas los que me conocen y me quieren me apoyan en mi nuevo camino, no hay hueco para sentirme derrotada.

Pues aquí estoy, en Londres. Una de las ciudades más caras del mundo, viviendo de mi paro y de ciertos ingresos en negro que van surgiendo por el paso. Dispuesta a aprender el idioma que me llevará (ese es uno de los objetivos) a mi segundo paso en este camino que veré realizado (si las cosas se tercian) el siguiente año.

Llegué el lunes 28. Odio volar y debe ser que Ryanair escuchó mis plegarias porque tuve un vuelo muy muy muy tranquilo. En cuanto aterricé en el aeropuerto, la marabunta de idiomas te asaltan los oídos y ahí es cuando pensé: "ahora sí que no hay marcha atrás". Así que empecé a dedicarme a descifrar idiomas: alemán, francés, algo que supongo que es húngaro, eso es árabe... Después de que los estrictos controles de inmigración pusieran a prueba mi paciencia (di las gracias por haber meado antes de estar en la cola... una recomendación para cuando voléis), pude recoger mi maleta en "baggage reclaim" (recogida de equipajes): ahí estaba mi maleta, más sola que la una dando vueltas en la cinta. La amarré y me dispuse a salir. Si se vuela a Stansted en la puerta principal veréis a mano izquierda la bajada para la línea de bus y de tren. Yo utilicé el autobús, por lo que os tenéis que parar en el primer descanso de la cuesta y dirigiros hasta el final del túnel a mano derecha (está todo superindicado) Una vez fuera, compras tu billete para el autobús (tb se puede comprar por internet); yo compré un billete para Stratford que me costó 8 libras que vienen siendo unos 10 euros. Te subes al bus, ellos te colocan las maletas en el maletero y ala!! a viajar casi 45 minutos en bus hasta Stratford.

En la estación de Stratford me recogió mi amiga en su coche (es un lujo tener coche en Londres, así que ella se puede considerar que vive como una persona de clase media-alta), fuimos a hacer la compra a la cadena de supermercados ASDA (nunca cierran!!!) y para casa. Deshice el equipaje (que pocas cosas tengo :P ajjajajaja 18 kilos pesaba la maleta... ), recoloqué mi habitación y se me pasó mi primer día en mi nueva vida...

To be continued....