domingo, 22 de septiembre de 2013

Insatisfacción crónica

Aunque nos cueste creerlo, hay una enfermedad muy común en los humanos que las propias caries. Esta oculta enfermedad se llama insatisfacción crónica.

Pero, en qué consiste? Pues es muy sencillo: nada ni nadie nos satisface.

El vivir en una sociedad capitalista y en la que prima el consumismo, hace que nos volvamos avariciosos y que nos valoremos según el peso de las posesiones que tenemos o de la valoración que los demás hacen de nuestros objetivos logrados. Objetivos que, por otro lugar, muchas veces no son propios sino que simplemente son las expectativas de familiares, amigos o presión social que queremos satisfacer y que suman peso a nuestra insatisfacción y desdicha.

Siempre hay un pequeño detalle de nuestra vida con el que nos obcecamos y lo maxificamos para convertirlo en un problema (el cual no existe) y con el que nos frustramos. Bien puede ser no tengo ese home cinema, no tengo ese coche, no tengo ese piso... incluso con las personas: a mi novio/novia le falta esto o le sobra de aquello, mi trabajo es así o "asá". Siempre nos fijamos en lo negativo y dejamos de lado lo positivo.

No digo con ello que la ambición de conseguir algo mejor sea mala, sino que puede ser todo lo contrario, ya que se puede transformar en un motor motivacional muy poderoso. Pero cuando esta ambición está presente 24/7, entonces sí es un escollo.

Conozco a varias personas que siempre tienen alguna opinión, crítica o queja de todo y de todos, ejerciendo una comparación excesiva e innecesaria que hace que no disfruten y que tampoco dejen disfrutar a los demás, lo que se convierte en un colador para emociones positivas como la tranquilidad y la alegría.

Analízate y busca la razón de tu insatisfacción. Sé objetivo/a y valora si realmente necesitas lo que ambicionas o si por el contrario padeces de "insatisfacción crónica".
Si eres de esos que jamás pueden dejar de protestar, tranquilo, tiene cura: se llama aprender a valorar los pequeños detalles y vivir siendo simples y prácticos.

Gracias por leerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario