jueves, 5 de julio de 2012

Por qué estoy aquí y por qué hago lo que hago...


Es lo que me tengo que recordar últimamente casi cada día. Estoy en estos momentos donde mi equilibrio se ha descompensado de nuevo y los objetivos que me marqué ya se han cumplido (bueno, los que se podían cumplir) y ahora... toca hacer balance de nuevo... y... como que cuesta un poco demasiado volver a ubicarme en mi micro universo.

Las cosas no están siendo fáciles... echo de menos mi hogar y la situación que vivo aquí con quien creía que era mi hogar no me ayuda, sino que acrecienta el sentimiento de querer marcharme.
Pero me vine aquí con un propósito y no era precisamente convertirme en "novia de" o "ama de casa de", por lo que antes de marcharme definitivamente a otros lugares, bien mi hogar u otro nuevo destino que la vida quiera depararme, tengo que dar el último golpe en la batalla y mostrar que hice todo lo que estuvo en mis manos para conseguir mi objetivo aquí. Eso sí... sin dejar el aliento y la vida en ello... lucharé pero sin perderme. No quiero acabar viendo mis propios pedazos en el suelo y teniendo que sacar fuerzas de la nada para recomponerlos una vez más con pegamento por el capricho de otros. Lucharé hasta que YO quiera, hasta donde YO diga... 

Tomar decisiones es muy duro y más cuando implican la vida de terceros. Pero sacrificarte por terceros es todavía más duro... no nací para mártir, aunque reconozco que siempre tomo las decisiones pensándolas demasiado por "no hacer daño a los demás", por el "miedo a", por "querer estar demasiado segura"... cuando a veces un golpe seco y directo hubiera sido la mejor solución a los problemas porque al final retrasar las cosas sólo hace que te hagas más daño a ti misma. Pero... soy así... ¡a veces demasiado!

Si tomar decisiones ya es duro de por sí... se convierte en una situación "cuesta arriba con losa a las espaldas" cuando los demás no lo entienden, aceptan, comprenden, comparten... (llamadlo como queráis) Ahí es cuando toca ser como un Titán, duro como una roca y no dejarte vencer por la pena y la rabia de los demás... ahí es cuando te toca repetirte todos los días, varias veces al día por qué viniste aquí y que has venido a buscar a esta tierra y si no lo consigues y lo demás que conforma tu vida tampoco te satisface, pues es el momento de marcarte un tiempo y cuando se cumpla: volar a otro lado.

A veces he llegado a pensar que volver a casa sería como un fracaso pero al segundo siguiente me viene a la mente: "más vale haberlo intentado que nunca haberte decidido a hacerlo y quedarte con la duda" Es ahí cuando me miro a mí misma (y aunque me cueste reconocerlo y pida ayuda a los amigos para que me ayuden a reconocerme) empiezo a notarme distinta: no soy la misma que hace un año y medio, tengo más experiencia (si tal igual de boba en algunas cosas, pero ¡qué queréis! lo que forma parte de la naturaleza de uno no es siempre fácil cambiarlo) y el haber vivido fuera de casa, además de haber aprendido otro idioma, me ha enseñado cosas... quizás ahora no las vea tan claras... pero seguro que en el momento adecuado aparecerán de forma natural y diré: ¡aja! ¡aquí estás! esto fue lo que aprendí en...

Y así estamos... rebalanceando la vida... volviendo a buscar el centro... volviendo a caminar el camino en busca de mi felicidad, de mi propia satisfacción personal y al encuentro de mi propio yo...

Deseadme la mejor de las suertes.

Bikos. Gracias por leerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario